Por las vegas del Tajo y el Tajuña

La mañana rica pedía moto... Del Páramo de Chinchón paso a la frondosidad de robles, encinas y pinos de la desconocida pero preciosa Encomienda Mayor de Castilla, curvas y más curvas. Y ya llegamos al Tajo: Villamanrique, Fuentidueña, Estremera,... Pienso en las mujeres que están aquí en prisión; este sentimiento de libertad que disfruto va por ellas. Cruzo los montes y en la bajada hacia la vega del Tajuña me pongo a la increible velocidad de 95 km/h. Carabaña, Tielmes, Perales, Morata...

Y de aquí, entre olivos y almendros subir al páramo, Valdelaguna y vuelta a casa. 88 km. Fantastique !

Catalogación como Vehículo Histórico

Hoy tenía cita en un laboratorio de catalogación de vehículos históricos: la ITV de San Sebastián de los Reyes. A la ida, con el fin de evitar autopista fui por carreteras y pueblos: Arganda, Mejorada, San Fernando, Ajalvir,... Tras hora y media y 69 km llegué.

El único tema que he de cuidar con la Jawa es que con la vibración y en frío se desenrosca la arandela de sujeción del tubo de escape al cilindro. Si no me fijo -como ya me ha pasado alguna vez- se suelta el tubo de escape, voy a cilindro abierto y el ruido es infernal. Bueno, en esta ocasión solo tuve que parar dos veces a reapretar. La primera vez paró un compañero en Harley con la clásica pregunta entre moteros: "¿Todo bien?" - "Todo bien, gracias."

La revisión por el ingeniero duró poco, por lo que pude hacer una escapadita a tomar un café con mis padres. A la vuelta me atreví por autopista - a mi ritmo y aprovechando el rebufo de algún camión. En total esta mañana 150 km. La Jawa aguantó como una campeona.

¡Por fin!

Ayer tarde, tras meses de agónica espera, por fin pude recoger mi Jawa. Varios contratiempos con piezas de repuesto no disponibles retrasaron el momento de salir del taller; la bien llamada "dolorosa" fue como su nombre indica. Eran las 5 de la tarde y a 37ºC salí con un bellísimo petardeo de una moto de 2 tiempos callejeando... General Ricardos, Avda. de los Poblados, la gente mirando, unos chavales del barrio, me pararon para sacarse fotos, y enfilar la carretera hacia Perales del Río y San Martín. Velocidades de 50, 60 -no daba más de sí-, acostumbrándome a un cambio duro que debía manjar con el talón para no joderme el pie, pero feliz, que pasada, aun inseguro; inseguridad refrendada por unos neumáticos de sección cuadrada -en vez de redonda, como son los neumáticos de moto actuales- que crean mucha inestabilidad en curva. Neumáticos pensados para durar y durar bajo las más duras condiciones. Subir al "puerto" de la Marañosa y al bajar, huelga de motor. A duras penas, parando y arrancando 5, 6 veces, conseguí llegar a San Martín. Tras esperarle varias cervezas y aquarius, llegó Mazarías y tras trastear un poco en la moto me explicó que seguramente fuera el exceso de calor. Llegué bien a casa.

Esta mañana la volví a coger y me dí una vuelta por una carreterilla preciosa entre Valdelaguna y Villarejo. La moto, va cogiendo cofianza; hoy la pude poner a 70-80. El olorcillo del monte, del campo. Me gusta, me gusta...

Ya llegó

Hoy me llegó la Jawa; desde Polonia. Una Jawa CZ 250 del año 1959 que tenía mi suegro en un pajar, sin usar desde hace años, y que ahora me ha traspasado. Preciosa ¿verdad? Me la trajeron en furgoneta y lo primero que he tenido que hacer es llevarla a un taller; no a cualquiera. La he puesto en manos de Emiliano Mazarías, que si alguien sabe de Jawa en Madrid, sin duda que es él. Bueno, poco a poco habrá que irla apañando, matricularla,... con tiempo.